Bryan Núñez, nativo de Costa Rica, recuerda con cariño cuando era un niño recogiendo cerezas de café junto a su abuela. Ella le enseñó la cultura cafetera única de Costa Rica arraigando un deseo que lo inspiraría décadas más tarde a buscar la finca Bonilla en Dota – Tarazú, la principal zona cafetalera de Costa Rica.

En el 2017 la finca acordó producir café en lotes pequeños para Bryan y, en colaboración, Bryan y los Bonilla desarrollaron las tres fórmulas de lavado y tostado para Huella.

En 2020, Huella Café comenzó a elaborarse en el restaurante Cafeseato en Huacas, Costa Rica.

Breeze Hurly descubrió su pasión por el café a los 16 años trabajando como barista en Amarillo Texas. Allí aprendió los fundamentos para preparar una gran taza de café y la importancia de conocer el origen del café y cómo evaluar su calidad.

Como adulta, los viajes de Breeze la llevaron a buscar los mejores cafés de todo le mundo mientras germinaba la idea de comenzar su propia empresa de café que precisaría cada detalle desde la finca hasta la taza.

En 2021, Breeze se detuvo en el restaurante Cafeseato. Allí probó una deliciosa taza de café y conoció a Bryan. Al escuchar la historia sobre el café de Bryan, se dio cuenta de que él establecio el tipo de empresa con la que ella soñaba. En el transcurso de muchas visitas e innumerables litros de Huella Café, se formó una sociedad comercial.

Trabajando en sinergia, Bryan y Breeze continúan dejando huella en el mundo del café y les recuerdan a todos “su huella hace la diferencia”.